lunes, 20 de abril de 2009

Pequeños detalles...





La minuciosidad hasta la extenuación, no dejando absolutamente ningún cabo suelto o variante abierta al azar, es un posicionamiento psicológico ante la realidad que, como actitud vital, puede devenir en pura obsesión, en un deliriums tremens capaz de arruinar hasta la mejor amueblada de las cabezas. Sinembargo, si tomamos este estado de ánimo como forma de enfrentar los retos y lo ceñimos al espectro laboral y de las responsabilidades, se vuelve todo virtud, convirtiéndose en el mejor aliado de un trabajo meritorio y bien hecho.Cuando se trata de la gestión y administración de lo público, el control y cuidado sobre los más insigificantes aspectos ha de ser aún mayor si cabe, cada nuevo plan y proyecto debe ser emprendido con la más calma y profunda reflexión, sometiendo cada decisión una y mil veces al juicio de una razón inquisitiva que reduzca al mínimo la posibilidad de error y lleve a buen puerto nuestros objetivos y anhelos iniciales.
Ayer el Diario Hoy publicaba, en su sección dedicada a la comarca de Trujillo- http://www.hoy.es/20090420/trujillo/cableado-altura-plan-especial-20090420.html-, un artículo de Javier Sánchez Pablos donde se evidenciaba un descuido notable y sin visos de tener una pronta solución, el cableado eléctrico que aún recorre exteriormente numerosísimas casas particulares y edificios de carácter histórico-artístico. Esta situación, que para algunos puede carecer de la más mínima importancia, crea un doble problema, el primero es una cuestión de inseguridad por quedar los cables vistos, a la intemperie y sin ninguna protección más allá del revestimiento que estos llevan; el segundo es de índole estética, generando una sensación visual negativa a consecuencia de cierto aspecto de abandono, atraso e indiferencia así como de la fealdad manifiesta de los cables, que rompe el conjunto armónico de las fachadas. Precisamente estos pequeños detalles son los que sumados a la ausencia de otras iniciativas nos alejan de poder dar un salto cualitativo como espacio de vida.










Es necesario que de una vez por todas aquellos que nos gobiernan cobren clara y meridiana consciencia de que su trabajo no es mera burocracia, que su quehacer es notablemente más exigente que el de un simple funcionario de oficina, siendo su deber dar solución eficaz y apta a los problemas que acucian a la ciudad.




PD: Fotos de MCM



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